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Páginas de la historia oscura de España, ocurrida dentro de una Casa Cuartel
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Mi Madre Juana Rodríguez Chaparro, mujer de Guardia Civil , desapareció forzadamente, de la casa-cuartel. de la Guardia Civil de La Unión (Murcia) |
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Páginas de la historia oculta de España, ocurrida dentro de una Casa Cuartel de la Guardia Civil en la sierra minera de La Unión (Murcia), donde desaparece mi madre mujer de Guardia Civil, víctima de crueles determinaciones. ¿Por qué...? ¿Qué vio...? ¿Qué hizo...? ¿Llegó mi madre a representar algún "peligro" para la seguridad Nacional...? ¿Es la desaparición de mi madre, un alto Secreto de Estado...? Si no es así, ¿Por qué se me niega después de 70 años y en "Plena Democracia", el DERECHO A SABER DE MI MADRE?
Esta página WEB, estará viva hasta después de mi muerte, como parte de la historia oscura de España.
“Mi muerte, ya se ha producido y según es mi deseo, le paso el testigo a mi gran amor y compañero en esta búsqueda terrenal de mi madre, en donde él, ha sido mi fuerza con su inmensa dedicación. Esto empezó por amor y así de este modo, se unen estos dos mundos…
Es algo inexplicable que en 40 años de "democracia", no exista en España una sola persona, ¡UNA SOLA!, que tenga el coraje de sacar a la luz todos los misterios que rodean la desaparición de mi madre y le devuelvan toda la dignidad que se merece. Y que mi madre, una mujer buena y luchadora amante de su casa con un gran amor a sus hijos, como tantas mujeres de guardias civiles que hoy, tienen el “valor” de enfrentarse tímidamente a
un sistema que poco o nada ha cambiado a lo largo de los años, y que mi madre inició pagando con su vida por defender su dignidad como mujer y como madre no tenga que pasar a la historia como lo que no es. Y que de una vez por todas, den la cara y que alguien con decencia, se atreva a decir realmente que pasó con mi madre dentro de esa Casa Cuartel de la Guardia Civil.
Me pregunto: ¿Cuál es el estado de conciencia de estos hombres, que nos tratan como a ignorantes, subestimándonos reiteradamente sin pensar en el dolor que ellos mismos causaron? Mis hermanos y yo fuimos separados de nuestra madre al más propio "estilo nazi", siendo cruelmente esclavizados y maltratados..., y aún, hay quién pretende ignorarlo.
Llevo toda mi vida luchando, tanto interior como exteriormente con esta incertidumbre. Por mi edad y por las circunstancias, he llegado al convencimiento de que todo lo que tenía que hacer ya lo he hecho. Lo saben los escritores, la ciudadanía en general y el saber común está en la calle y nadie se implica en esta injusticia social. Tan solo me quedaría una pequeña esperanza de que esa persona entendida, con sentimientos y muchas ganas de comprometerse, quisiera hacer algo por mi madre. Yo alzo mi voz a todo el mundo queriendo dejar claro que no estoy suplicando, sino ejerciendo un derecho de humanidad.
Mi madre, Juana Rodríguez Chaparro, casada con el Guardia Civil José Pozo Martín, natural de El Campillo en la Provincia de Huelva, (una persona amante de su casa y de sus hijos), “desapareció” en muy oscuras circunstancias, de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de La Unión (Murcia) a 9 Km, de Cartagena, en la madrugada del 26 al 27 de abril de 1947 a la edad de 29 años.
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Cementerio de La Unión (Murcia) donde se supone que ocultaron el cuerpo de mi Madre.
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¿Llegó mi madre a salir de esta Casa Cuartel...? y si salió, ¿Dónde está su cuerpo...? |
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Las circunstancias
de su desaparición aún hoy son un enigma. "suponiéndose que el cuerpo de mi madre, sólo puede estar en dos lugares..."
¿Cómo
y por qué mi madre desaparece sin dejar rastro de un recinto cerrado?.
Es evidente que no pudo haber descuido de un centinela, con las puertas cerradas, cuya única llave siempre permanecía en poder
del guardia de puertas, a la vez de contar con una vigilancia exterior
siempre atenta a la más mínima incidencia.
Las medidas
de seguridad eran extremas. Nos estamos refiriendo al año 1947,
en una zona minera a tan sólo ocho años de finalizar la
Guerra Civil Española y por tanto, esta zona era extremadamente
vigilada por haber pertenecido al bando contrario, o sea, a
los perdedores. Esta aclaración la hago para situarnos
en los hechos y lugar de donde desaparece mi madre. ¡Una
Casa Cuartel de la Guardia Civil!.
También
quiero puntualizar las malas comunicaciones existentes en aquellos
años, por lo que ¡Nada escapaba al riguroso
control de la Guardia Civil!. Mis hermanos y yo sufrimos
un cambio radical en nuestras vidas cuando desapareció mi
madre.
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Coral e Irene, en el patio del Cuartel |
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Teníamos
entonces 7, 4 y 1 años respectivamente y desde ese momento
fuimos maltratados tanto física como psíquicamente,
sufriendo una separación forzosa, ya que a cada uno de nosotros
nos enviaron a un lugar diferente y distante. Todo lo que significaba
cariño, familia y amor se perdió con mi madre. El
miedo por la situación política en España y
el total desamparo en el que viví, me han tenido "prisionera"
muchos años. Mi inquietud de toda la vida ha sido saber de
mi madre. Cuando surge la democracia en mi país, España,
es cuando empiezo tímidamente y con temores lógicos
a hacer averiguaciones sobre la oscura desaparición de mi
madre; el clima político parecía propicio para el
esclarecimiento de los hechos y me lancé a una cruzada amarga
y cruel.
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Noticia aparecida en el diario La
Opinión de Murcia, de fecha 10 de noviembre
de 1996. ¿Por qué no se reabrió el caso...? |
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He recurrido a cuantos organismos
democráticos me ha sido posible del Estado Español,
empezando por la Dirección General de la Guardia Civil, Defensor
del Pueblo, (de cuyo nombre no quiero acordarme...), Casa Real, Ministerio del Interior, Comunidades Autónomas,
Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos de capitales de toda España,
Congreso de los Diputados, Senado y un largo etc., así como
detectives privados, hospitales psiquiátricos, entre otros
muchos..., e incluyendo por supuesto a la Justicia creyendo
que era el mejor recurso, pero ésta no se muy bien por qué
optó por no seguir adelante. Es altamente preocupante,
si tenemos en cuenta que los implicados, sólo le tuvieron
miedo a la Justicia.
He expuesto el caso de mi madre
en programas de televisión, con Nieves Herrero en Antena
3 y en el famoso programa de Paco Lobatón ¿Quién
sabe dónde? y en otros medios de comunicación a los
cuales tengo mucho que agradecer.
He escrito cientos de cartas, me
he personado numerosas veces tanto en el Ministerio del Interior
como en la Dirección General de la Guardia Civil, obteniendo
de ellos, aún en contra de sus voluntades, unos exiguos pero
valiosos documentos, (Información Privativa del Cuerpo
Número 5/35/T./1.947) Instruida a mi padre José
Pozo Martín los cuáles me confirman que mi madre no
nos abandonó voluntariamente sino que fue a la fuerza. Y
digo exiguos documentos, porque hay mucho por desclasificar sobre
la oscura desaparición de mi madre.
Estos exiguos e incompletos documentos
(Número 5/35/T./1.947) no son suficiente prueba para que
hayan sido considerados privativos del Cuerpo durante mas de 50
años, ya que no van en contra de ninguna intimidad personal,
puesto que eran unos hechos probados todo lo que ahí se dice.
¿Dónde está realmente el secreto íntimo
del Cuerpo? ¡Porque en estos documentos no está!. En estos documentos, solamente se reflejan violaciones a unos derechos
humanos. Y visto ésto, ¿Tenía derecho
la Guardia Civil a ocultar y a negar durante tantos años
las agresiones y vejaciones a las que fue sometida mi madre ¡Una
persona civil!, por mantener a toda costa una falsa dignidad de
unos individuos sin escrúpulos?. ¿Qué
interés existe en seguir ocultando unos hechos ocurridos
hace 68 años?.
Se ha gastado demasiado tiempo falseando
hechos para encubrir un falso honor de unos indignos representantes
del Cuerpo y muy poco para defender y hacer justicia a una mujer
honrada, que su única culpa fue el no saber con qué
calaña estaba midiendo sus fuerzas.
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La guarnición del cuartel de la Guardia Civil de La Unión 1947.
En el centro el capitán Andrés de Pedro, a su izquierda el teniente Enrique Rodríguez, a continuación el cabo jefe de puesto Cayetano Segura, padre de Cayetana. El tercero por la izquierda, de pie, es José Pozo. |
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Las dudas que durante todos estos
años han querido sembrar en nosotros, han sido totalmente
anuladas a la vista de estos pequeños documentos y no nos
cabe la menor duda, que mi madre fue víctima de una cruel
resolución.
El Director General de la Guardia
Civil, en carta fechada el 17 de Marzo de 1982, en su último
párrafo me dice textualmente: Las sanciones que
en aquél tiempo se impusieron a su padre y otros componentes
del Cuerpo, efectivamente, guardan estrecha relación con
lo sucedido en la Casa Cuartel, aunque, como comprenderá,
el hecho por ser de régimen interno del Cuerpo, no puede
tener ninguna publicidad ni otra trascendencia fuera de los márgenes
de este Instituto.
El Defensor del Pueblo (1.987/1.995),
no ha defendido al pueblo en la persona de mi madre, porque si había
una sola sospecha ¡Una sola!, de que mi madre pudo ser parte
de esa privatización, de la cual habla la Guardia Civil y
siendo su vida lo que estaba en juego, no siendo ningún secreto
de Estado o algo que atentara contra la seguridad Nacional, el "Defensor
del Pueblo" debía de haber pedido todos y cada uno de
los documentos relativos al caso para poder deducir, puesto que
la vida de un ser humano está por encima de las intimidades
particulares de terceras personas y de ciertas representaciones
de poder o si no, no se haría JUSTICIA.
Nada nos parece más horrendo
que el contemplar día a día, en tal o cual país
del mundo, cómo son violados los más elementales derechos
humanos, pero no es menos doloroso pensar que mi madre, también
lo ha sido por los que hoy se rasgan las vestiduras por ello.
Mi interés por estos documentos
es porque ellos me conducirían a los hechos, pero mi experiencia
me hace pensar si ¿No habrá otros hechos enlazados
a los de mi madre, y como consecuencia hay ese interés en
silenciarlos?. Esa es mi duda: ¿Qué
circunstancias rodearon, en realidad, la misteriosa desaparición
de mi madre del interior del Cuartel de la Guardia Civil a altas
horas de la noche...?.
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Páginas de la historia oscura
de España. |
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Al no haber indicios de su muerte
y sí una absurda e inexplicable desaparición, es lo
que reafirma mis dudas... ¿Dónde estuvo o
dónde está mi madre? Alguien tiene que saber
algo de su vida puesto que existió. ¿Pero
dónde y cómo fue? ¿Quién
y cómo se hizo...? O sea, “Si no hay cuerpo
ni delito,,,” ¿Dónde está mi
madre...?. Es como si su memoria y su vida formaran parte
del más alto secreto de estado. Estoy segura,
que si se me hubiese prestado una ínfima colaboración,
yo por sí sola, hubiese resuelto en gran medida el caso de
mi madre, a la que aún no se le ha hecho Justicia, puesto
que no solamente se ha entorpecido el legítimo derecho a
la defensa de su vida, sino a su dignidad como ser humano.
Tengo que manifestar públicamente,
que lo único que me ha llevado a esta cruzada ha
sido querer encontrar a mi madre, no el poner en entredicho
el honor de la Guardia Civil, ni el del resto de implicados en su
desaparición, pero el que la Guardia Civil lo tomase como
algo ofensivo, dejando aparte mi dolor y mi angustia, ha sido lo
que me ha hecho dudar de la sinceridad de sus actos.
Al no ser un secreto de estado o
algo que atente contra la seguridad nacional y no ser ella militar,
no puede verse sometida a leyes militares, ni formar parte de ningún
régimen interno del Cuerpo, e insisto desde estas páginas,
en la defensa de su derecho a la vida y a su dignidad como ser humano
por encima de todos los estamentos e intereses partidistas.
Por todo esto..., es por lo
que me siento relegada en mis derechos constitucionales, por estimar
que estoy siendo sometida a una humillante táctica de desgaste,
para que por la vía del agotamiento físico, psíquico
y falta de recursos humanos y de justicia, nunca pueda llegar al
recuerdo, aún cautivo de mi madre, maltratada y desaparecida
dentro en una Casa Cuartel de la Guardia Civil.
Última
actualización: enero 2024
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