Desaparecida
Desaparecida
Desaparecida

Maltratada y desaparecida dentro de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de La Unión (Murcia 1947)

Algunos hombres sin piedad La Unión 1947
La guarnición del cuartel de la Guardia Civil de La Unión 1947.
 
 

 

Páginas de la historia oscura de España, ocurrida dentro de una Casa Cuartel

Mi madre, Juana Rodríguez y mi padre José Pozo
Mi Madre Juana Rodríguez Chaparro, mujer de Guardia Civil , desapareció forzadamente, de la casa-cuartel. de la Guardia Civil de La Unión (Murcia)

Páginas de la historia oculta de España, ocurrida dentro de una Casa Cuartel de la Guardia Civil en la sierra minera de La Unión (Murcia), donde desaparece mi madre mujer de Guardia Civil, víctima de crueles determinaciones. ¿Por qué...? ¿Qué vio...? ¿Qué hizo...? ¿Llegó mi madre a representar algún "peligro" para la seguridad Nacional...? ¿Es la desaparición de mi madre, un alto Secreto de Estado...? Si no es así, ¿Por qué se me niega después de 70 años y en "Plena Democracia", el DERECHO A SABER DE MI MADRE?

Esta página WEB, estará viva hasta después de mi muerte, como parte de la historia oscura de España.

“Mi muerte, ya se ha producido y según es mi deseo, le paso el testigo a mi gran amor y compañero en esta búsqueda terrenal de mi madre, en donde él, ha sido mi fuerza con su inmensa dedicación. Esto empezó por amor y así de este modo, se unen estos dos mundos…

Es algo inexplicable que en 40 años de "democracia", no exista en España una sola persona, ¡UNA SOLA!, que tenga el coraje de sacar a la luz todos los misterios que rodean la desaparición de mi madre y le devuelvan toda la dignidad que se merece. Y que mi madre, una mujer buena y  luchadora amante de su casa con un gran amor  a sus hijos,  como tantas mujeres de guardias civiles que hoy, tienen el “valor” de enfrentarse tímidamente a un sistema que poco o nada ha cambiado a lo largo de los años,  y que mi madre inició pagando con su vida por defender su dignidad como mujer y como madre no tenga que pasar a la historia como lo que no es. Y que de una vez por todas, den la cara y que alguien con decencia, se atreva a decir realmente que pasó con mi madre dentro de esa Casa Cuartel de la Guardia Civil.

Me pregunto: ¿Cuál es el estado de conciencia de estos hombres, que nos tratan como a ignorantes, subestimándonos reiteradamente sin pensar en el dolor que ellos mismos causaron? Mis hermanos y yo fuimos separados de nuestra madre al más propio "estilo nazi", siendo cruelmente esclavizados y maltratados..., y aún, hay quién pretende ignorarlo.

Llevo toda mi vida luchando, tanto interior como exteriormente con esta incertidumbre. Por mi edad y por las circunstancias, he llegado al convencimiento de que todo lo que tenía que hacer ya lo he hecho. Lo saben los políticos, los escritores, la ciudadanía en general y el saber común está en la calle y nadie se implica en esta injusticia social. Tan solo me quedaría una pequeña esperanza de que esa persona entendida, con sentimientos y muchas ganas de comprometerse, quisiera hacer algo por mi madre. Yo alzo mi voz a todo el mundo queriendo dejar claro que no estoy suplicando, sino ejerciendo un derecho de humanidad.

Mi madre, Juana Rodríguez Chaparro, casada con el Guardia Civil José Pozo Martín, natural de El Campillo en la Provincia de Huelva, (una persona  amante de su casa y de sus hijos), “desapareció” en muy oscuras circunstancias, de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de La Unión (Murcia) a 9 Km, de Cartagena, en la madrugada del 26 al 27 de abril de 1947 a la edad de 29 años.

Cementerio de La Unión Murcia.
Cementerio de La Unión (Murcia) donde se supone que ocultaron el cuerpo de mi Madre.
¿Llegó mi madre a salir de esta Casa Cuartel?
¿Llegó mi madre a salir de esta Casa Cuartel...? y si salió, ¿Dónde está su cuerpo...?

Las circunstancias de su desaparición aún hoy son un enigma. "suponiéndose que el cuerpo de mi madre, sólo puede estar en dos lugares..."

¿Cómo y por qué mi madre desaparece sin dejar rastro de un recinto cerrado?. Es evidente que no pudo haber descuido de un centinela, con las puertas cerradas, cuya única llave siempre permanecía en poder del guardia de puertas, a la vez de contar con una vigilancia exterior siempre atenta a la más mínima incidencia.

Las medidas de seguridad eran extremas. Nos estamos refiriendo al año 1947, en una zona minera a tan sólo ocho años de finalizar la Guerra Civil Española y por tanto, esta zona era extremadamente vigilada por haber pertenecido al bando contrario, o sea, a los perdedores. Esta aclaración la hago para situarnos en los hechos y lugar de donde desaparece mi madre. ¡Una Casa Cuartel de la Guardia Civil!.

También quiero puntualizar las malas comunicaciones existentes en aquellos años, por lo que ¡Nada escapaba al riguroso control de la Guardia Civil!. Mis hermanos y yo sufrimos un cambio radical en nuestras vidas cuando desapareció mi madre.

Coral e Irene, en el patio del Cuartel
Coral e Irene, en el patio del Cuartel

Teníamos entonces 7, 4 y 1 años respectivamente y desde ese momento fuimos maltratados tanto física como psíquicamente, sufriendo una separación forzosa, ya que a cada uno de nosotros nos enviaron a un lugar diferente y distante. Todo lo que significaba cariño, familia y amor se perdió con mi madre. El miedo por la situación política en España y el total desamparo en el que viví, me han tenido "prisionera" muchos años. Mi inquietud de toda la vida ha sido saber de mi madre. Cuando surge la democracia en mi país, España, es cuando empiezo tímidamente y con temores lógicos a hacer averiguaciones sobre la oscura desaparición de mi madre; el clima político parecía propicio para el esclarecimiento de los hechos y me lancé a una cruzada amarga y cruel.

,,El Juez reabre el caso...,,
Noticia aparecida en el diario La Opinión de Murcia, de fecha 10 de noviembre de 1996. ¿Por qué no se reabrió el caso...?

He recurrido a cuantos organismos democráticos me ha sido posible del Estado Español, empezando por la Dirección General de la Guardia Civil, Defensor del Pueblo, (de cuyo nombre no quiero acordarme...), Casa Real, Ministerio del Interior, Comunidades Autónomas, Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos de capitales de toda España, Congreso de los Diputados, Senado y un largo etc., así como detectives privados, hospitales psiquiátricos, entre otros muchos..., e incluyendo por supuesto a la Justicia creyendo que era el mejor recurso, pero ésta no se muy bien por qué optó por no seguir adelante. Es altamente preocupante, si tenemos en cuenta que los implicados, sólo le tuvieron miedo a la Justicia.

He expuesto el caso de mi madre en programas de televisión, con Nieves Herrero en Antena 3 y en el famoso programa de Paco Lobatón ¿Quién sabe dónde? y en otros medios de comunicación a los cuales tengo mucho que agradecer.

He escrito cientos de cartas, me he personado numerosas veces tanto en el Ministerio del Interior como en la Dirección General de la Guardia Civil, obteniendo de ellos, aún en contra de sus voluntades, unos exiguos pero valiosos documentos, (Información Privativa del Cuerpo Número 5/35/T./1.947) Instruida a mi padre José Pozo Martín los cuáles me confirman que mi madre no nos abandonó voluntariamente sino que fue a la fuerza. Y digo exiguos documentos, porque hay mucho por desclasificar sobre la oscura desaparición de mi madre.

Estos exiguos e incompletos documentos (Número 5/35/T./1.947) no son suficiente prueba para que hayan sido considerados privativos del Cuerpo durante mas de 50 años, ya que no van en contra de ninguna intimidad personal, puesto que eran unos hechos probados todo lo que ahí se dice. ¿Dónde está realmente el secreto íntimo del Cuerpo? ¡Porque en estos documentos no está!. En estos documentos, solamente se reflejan violaciones a unos derechos humanos. Y visto ésto, ¿Tenía derecho la Guardia Civil a ocultar y a negar durante tantos años las agresiones y vejaciones a las que fue sometida mi madre ¡Una persona civil!, por mantener a toda costa una falsa dignidad de unos individuos sin escrúpulos?. ¿Qué interés existe en seguir ocultando unos hechos ocurridos hace 68 años?.

Se ha gastado demasiado tiempo falseando hechos para encubrir un falso honor de unos indignos representantes del Cuerpo y muy poco para defender y hacer justicia a una mujer honrada, que su única culpa fue el no saber con qué calaña estaba midiendo sus fuerzas.

``Algunos hombres sin piedad´´
La guarnición del cuartel de la Guardia Civil de La Unión 1947.
En el centro el capitán Andrés de Pedro, a su izquierda el teniente Enrique Rodríguez, a continuación el cabo jefe de puesto Cayetano Segura, padre de Cayetana. El tercero por la izquierda, de pie, es José Pozo.

Las dudas que durante todos estos años han querido sembrar en nosotros, han sido totalmente anuladas a la vista de estos pequeños documentos y no nos cabe la menor duda, que mi madre fue víctima de una cruel resolución.

El Director General de la Guardia Civil, en carta fechada el 17 de Marzo de 1982, en su último párrafo me dice textualmente: Las sanciones que en aquél tiempo se impusieron a su padre y otros componentes del Cuerpo, efectivamente, guardan estrecha relación con lo sucedido en la Casa Cuartel, aunque, como comprenderá, el hecho por ser de régimen interno del Cuerpo, no puede tener ninguna publicidad ni otra trascendencia fuera de los márgenes de este Instituto.
Respuesta Guardia Civil 17/03/82

El Defensor del Pueblo (1.987/1.995), no ha defendido al pueblo en la persona de mi madre, porque si había una sola sospecha ¡Una sola!, de que mi madre pudo ser parte de esa privatización, de la cual habla la Guardia Civil y siendo su vida lo que estaba en juego, no siendo ningún secreto de Estado o algo que atentara contra la seguridad Nacional, el "Defensor del Pueblo" debía de haber pedido todos y cada uno de los documentos relativos al caso para poder deducir, puesto que la vida de un ser humano está por encima de las intimidades particulares de terceras personas y de ciertas representaciones de poder o si no, no se haría JUSTICIA.

Nada nos parece más horrendo que el contemplar día a día, en tal o cual país del mundo, cómo son violados los más elementales derechos humanos, pero no es menos doloroso pensar que mi madre, también lo ha sido por los que hoy se rasgan las vestiduras por ello.

Mi interés por estos documentos es porque ellos me conducirían a los hechos, pero mi experiencia me hace pensar si ¿No habrá otros hechos enlazados a los de mi madre, y como consecuencia hay ese interés en silenciarlos?. Esa es mi duda: ¿Qué circunstancias rodearon, en realidad, la misteriosa desaparición de mi madre del interior del Cuartel de la Guardia Civil a altas horas de la noche...?.

JUSTICIA
Páginas de la historia oscura de España.

Al no haber indicios de su muerte y sí una absurda e inexplicable desaparición, es lo que reafirma mis dudas... ¿Dónde estuvo o dónde está mi madre? Alguien tiene que saber algo de su vida puesto que existió. ¿Pero dónde y cómo fue? ¿Quién y cómo se hizo...? O sea, “Si no hay cuerpo ni delito,,,” ¿Dónde está mi madre...?. Es como si su memoria y su vida formaran parte del más alto secreto de estado. Estoy segura, que si se me hubiese prestado una ínfima colaboración, yo por sí sola, hubiese resuelto en gran medida el caso de mi madre, a la que aún no se le ha hecho Justicia, puesto que no solamente se ha entorpecido el legítimo derecho a la defensa de su vida, sino a su dignidad como ser humano.

Tengo que manifestar públicamente, que lo único que me ha llevado a esta cruzada ha sido querer encontrar a mi madre, no el poner en entredicho el honor de la Guardia Civil, ni el del resto de implicados en su desaparición, pero el que la Guardia Civil lo tomase como algo ofensivo, dejando aparte mi dolor y mi angustia, ha sido lo que me ha hecho dudar de la sinceridad de sus actos.

Al no ser un secreto de estado o algo que atente contra la seguridad nacional y no ser ella militar, no puede verse sometida a leyes militares, ni formar parte de ningún régimen interno del Cuerpo, e insisto desde estas páginas, en la defensa de su derecho a la vida y a su dignidad como ser humano por encima de todos los estamentos e intereses partidistas.

Por todo esto..., es por lo que me siento relegada en mis derechos constitucionales, por estimar que estoy siendo sometida a una humillante táctica de desgaste, para que por la vía del agotamiento físico, psíquico y falta de recursos humanos y de justicia, nunca pueda llegar al recuerdo, aún cautivo de mi madre, maltratada y desaparecida dentro en una Casa Cuartel de la Guardia Civil.

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Última actualización: enero 2024